Nosotros

Desde hace décadas el Palacio Barolo forma parte de la vida de Miqueas y Tomas Thärigen, directores de Palacio Barolo Tours. Su pasión por el edificio comenzó mucho antes que se conformaran como empresa, incluso precede su propio nacimiento porque constituye la historia de su propia familia.

Fue su bisabuelo Don Carlos Jorio quien, pocos años después de inaugurarse el Barolo, alquilara una oficina para usarla como estudio profesional. Y fue en ese mismo espacio donde se inició la degustación de vinos de los tours nocturnos, allá por el 2004.

Fue su abuela Amelia Jorio quien brindó al Palacio su estatua perdida, en el 2010, creando una réplica de la escultura Ascensión (aquella que fue robada y nunca llegó a la inauguración del Barolo) Su nieto Miqueas buscó por décadas el original creado por el Arq. Mario Palanti hasta que, a finales del 2021, encontró parte de la misma a más de 400km de la ciudad de Buenos Aires y, junto a su hermano Tomás, lograron recuperarla para así exhibirla en la Oficina Museo que tienen sus visitas guiadas.

Miqueas y Tomás no solo conocen el Barolo desde niños y forma parte de sus anécdotas familiares, sino que también fueron los guías de los primeros tours que tuvo el Palacio Barolo cuando era un edificio que aún no tenía la asombrosa puesta en valor que apreciamos hoy en día. Son incontables, y también entrañables, los recuerdos que ellos atesoran sobre los primeros visitantes que tuvo el Barolo. Tal es así que aún siguen llegando a las oficinas de Palacio Barolo Tours, ejemplares de La Divina Comedia o donaciones de elementos de época, porque el público comprendió que el cariño que sienten por el edificio es genuino y quieren que ellos resguarden esas memorias de antaño.

Con la visión de que ellos siempre pueden darle más al Barolo, fue en el 96 aniversario del edificio cuando donaron las esculturas (a escala humana) de Mario Palanti y Luis Barolo; las mismas ya son parte de la identidad del edificio, como así también el nuevo Centro de Informes de estilo Art Decó ubicado en el Pasaje Barolo, en alineación estética con el que existe desde principios del siglo XX.

Desde hace años, además, son los principales promotores culturales del Palacio Barolo generando los reconocidos “Eventos de Luz” (ciclo de arte con entrada libre y gratuita que se desarrollaba en el Pasaje Barolo) como así también encargándose de la organización de los aniversarios (“cumpleaños”) del edificio, resaltando así la importancia de la cultura en la ciudad de Buenos Aires.

Además, desde sus propios expertices, los hermanos Thärigen han sumado novedades que potenciaron el reconocimiento del Barolo como un icono porteño, dándole prestigio tanto a nivel nacional como internacional: desde el 2015, todos los meses de octubre, el Dr. Miqueas Thärigen lleva adelante la campaña de concientización sobre el cáncer de mama que tiene el auspicio de LALCEC, generando que el Faro del Barolo ilumine de rosa el microcentro porteño y sumándose al encendido, a nivel mundial, de edificios patrimonio histórico. Por otro lado, Tomas Thärigen ha ido implementando mejoras tecnológicas en la comunicación para catapultar al siglo XXI a este rascacielos latino de casi cien años, además de proponer diferentes maneras de dar a conocer el edificio, más allá de nuestro país.

Citando las palabras de los hermanos Thärigen “Nuestra misión es lograr que los visitantes, al terminar nuestra visita guiada, tengan la convicción de que el Palacio Barolo está al mismo nivel que los demás íconos arquitectónicos mundiales y compartan su experiencia para así potenciar el valor turístico y cultural del edificio”